No confíes en los políticos: el mercado toma sus propias decisiones

Cómo las intervenciones verbales socavan la estabilidad del mercado

EUR/JPY

Zona clave: 183.50–184.50

Compra: 185.00 (con fundamentos positivos sólidos); objetivo 187.00–187.50; StopLoss 184.30

Venta: 183.00 (en un retroceso tras volver a probar el nivel 184.50); objetivo 181.50; StopLoss 183.70

El mercado financiero es un sistema extremadamente sensible y nervioso. Inversores, políticos, reguladores y comentaristas con distintos niveles de responsabilidad generan de forma constante ruido informativo: prometen, intimidan, insinúan y se contradicen. Durante las últimas dos semanas, el espacio informativo ha estado sobrecargado de debates sobre la futura política monetaria de las principales economías, ante todo del Banco Central Europeo.

¿De dónde surgió la idea de que el BCE pondría fin a su ciclo de recortes de tipos?

A principios de diciembre, la miembro del Comité Ejecutivo del BCE, Isabel Schnabel, en comentarios privados, admitió la posibilidad de subidas de tipos el próximo año. Es importante subrayar que se trataba exclusivamente de un escenario hipotético, sin referencias concretas, plazos ni señales de un cambio de política.

No obstante, el mercado comenzó de inmediato a especular sobre un endurecimiento monetario en la zona euro.

Formalmente, el BCE está efectivamente más cerca que otros grandes bancos centrales de un posible giro de política: según las expectativas actuales, la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra continuarán relajando en 2026. Sin embargo, no hay decisiones, votaciones ni señales oficiales del BCE previstas a corto plazo.

La inflación sigue siendo el factor clave para el regulador. Si la presión inflacionaria se acelera, el endurecimiento podría convertirse en una opción. En la actualidad, la inflación se encuentra cerca del objetivo del BCE, mientras que su trayectoria futura sigue siendo altamente incierta.

Creemos que un cambio en los tipos de interés europeos es poco probable antes de seis meses. Desde la lógica del mercado, el pánico actual parece excesivo.

Segundo ejemplo: el yen y el apoyo verbal a las intervenciones

Una situación similar se ha desarrollado en torno al yen japonés, que recibió apoyo verbal por parte de las autoridades.

La ministra de Finanzas de Japón, Satsuki Katayama, señaló el elevado nivel de deuda pública y admitió la posibilidad de reducir la nueva emisión de bonos en el presupuesto fiscal de 2026. En este contexto, el mercado reaccionó con brusquedad: se activaron órdenes StopLoss en ambos sentidos, a pesar de que el impacto potencial de tales medidas es, en el mejor de los casos, de naturaleza de medio plazo.

Sin decisiones fiscales reales ni cambios en la política del Banco de Japón, este tipo de declaraciones son incapaces de producir un fortalecimiento sostenido del yen.

La presión informativa incrementa la demanda a corto plazo de activos refugio, apoyando temporalmente al JPY. Sin embargo, no existe una base sólida debajo de este movimiento.

Las estadísticas de EE. UU. como fuente de desconfianza

Una desorientación adicional proviene de los recientes datos macroeconómicos de Estados Unidos.

Un ejemplo ilustrativo son los datos del PIB:

el crecimiento económico de EE. UU. en el tercer trimestre alcanzó el 4.3 %, frente a previsiones de no más del 3 %;

al mismo tiempo, el deflactor del PIB indica que una parte significativa de este crecimiento estuvo impulsada no por una expansión real de la producción, sino por el aumento de los precios.

Esto plantea una pregunta lógica: ¿cómo puede la economía mostrar una tasa de crecimiento tan elevada en un contexto de aumento del desempleo, desaceleración de la inflación, débil actividad empresarial, dinámica industrial negativa y ventas minoristas moderadas?

La única explicación es una distorsión estadística y un apoyo temporal derivado de los aranceles a las importaciones introducidos por la administración Trump.

Tras la publicación del PIB, la probabilidad implícita de mercado de un recorte de tipos por parte de la Fed en enero cayó por debajo del 10 %.

El factor político y las expectativas monetarias

Sin embargo, la propia idea de previsiones de política monetaria a largo plazo es cuestionable. Donald Trump ha declarado públicamente que no nombrará a un presidente de la Fed que no esté de acuerdo con él. En estas condiciones, los factores fundamentales corren el riesgo de pasar a un segundo plano, mientras que las interpretaciones especulativas de las declaraciones políticas serán explotadas activamente por el mercado.

Las perspectivas a largo plazo del dólar siguen siendo inciertas. Al mismo tiempo, el potencial de debilidad del dólar puede aumentar en función de los resultados de las principales publicaciones macroeconómicas previstas para enero. Hasta entonces, es probable que el mercado permanezca en un régimen de elevada sensibilidad a las palabras más que a las acciones.

Así que actuamos con prudencia y evitamos riesgos innecesarios.

¡Beneficios para todos!