Resultados de 2025: las criptomonedas no se convirtieron en el “nuevo oro”

Los activos digitales perdieron la carrera por el liderazgo
BTC/USD
Zona clave: 88.000 – 90.000
Compra: 91.500 (en una ruptura convincente del nivel 90.000); objetivo 95.500–97.500; StopLoss 90.500
Venta: 87.500 (con fundamentos negativos fuertes); objetivo 85.500–83.500; StopLoss 88.500
El año que termina rompió la jerarquía habitual de rendimientos. Los metales preciosos ofrecieron un desempeño excepcional, los índices bursátiles estadounidenses aseguraron con confianza ganancias de dos dígitos, mientras que las criptomonedas descendieron de forma constante y cerraron el año atrapadas en una fase de consolidación.
Esto confirma el problema central del sector: las criptomonedas han perdido su estatus de activos defensivos o incluso alternativos y han regresado a la categoría de instrumentos de alto riesgo.
Recordemos:
A comienzos de 2025, el mercado cripto parecía impecable. El lanzamiento y la rápida expansión de los ETF spot de Bitcoin en Estados Unidos garantizaban fuertes entradas de capital, los precios alcanzaron nuevos máximos históricos y los entusiastas de las criptomonedas proclamaron en voz alta el inicio de un “nuevo ciclo alcista”. Sin embargo, el efecto de los ETF se desvaneció rápidamente, la liquidez se volvió inestable, los riesgos regulatorios se mantuvieron extremadamente altos y el shock global en forma de la política arancelaria de Trump desincentivó la toma de riesgos.
Las criptomonedas entraron en una fase de corrección y consolidación porque el gran capital se trasladó hacia activos con un perfil de rentabilidad más predecible.
Mientras tanto, el oro y la plata obtuvieron una nueva base para el crecimiento.
La plata subió aproximadamente un 130 % en el año, mientras que el oro ganó alrededor de un 65 %. Las expectativas de una política monetaria más flexible y los elevados riesgos geopolíticos empujaron a los inversores hacia activos con una lógica simple de preservación de valor.
El oro, la plata y el platino son fácilmente accesibles a través de instrumentos cotizados en bolsa, incluidos los ETF. Al mismo tiempo, las soluciones RWA —productos tokenizados vinculados a activos reales— se desarrollaron en paralelo dentro del segmento digital, reduciendo las barreras de entrada para inversores medianos y minoristas. La plata también obtuvo un impulsor adicional en forma de demanda industrial (energía solar, vehículos eléctricos) en un contexto de oferta limitada. Incluso el cobre apoyó la tendencia global, subiendo alrededor de un 35 %.
Los índices bursátiles estadounidenses también superaron a las criptomonedas.
En 2025, el Nasdaq subió un 20 %, el S&P 500 avanzó un 16 % y el Russell 2000 añadió un 13 %. El mercado se vio respaldado por la desaceleración de la inflación y las expectativas de recortes de tipos, mientras que el sector tecnológico se benefició del ciclo de inversión relacionado con la inteligencia artificial.
A finales de diciembre, BTC cotiza alrededor de los 90.000 USD y se mantiene aproximadamente un 6 % por debajo de su nivel de comienzos de año. Incluso con los ETF en funcionamiento, el mercado no garantiza crecimiento cuando la demanda general de activos de riesgo es débil.
Ethereum tampoco logró convertir sus ventajas tecnológicas en crecimiento de precios y perdió casi un 12 % en lo que va del año.
El mercado de altcoins se convirtió en el segmento más débil del espacio cripto: las pérdidas medias oscilaron entre el 35 % y el 42 %, y la capitalización total del segmento casi se redujo a la mitad a lo largo del año. Las altcoins dependen en exceso de la liquidez sobrante y del optimismo del mercado, ambos factores que estuvieron en gran medida ausentes.
No obstante, las criptomonedas no perdieron 2025 porque desapareciera el interés por la tecnología, sino porque el mercado cambió sus criterios de selección. El gran capital se cansó de asumir riesgos y se centró en la preservación. La presión regulatoria y los riesgos tecnológicos reforzaron aún más la preferencia por otras clases de activos.
Si las condiciones macroeconómicas y políticas se estabilizan en el nuevo año y el apetito por el riesgo regresa al mercado cripto, los activos digitales podrían tener una oportunidad de recuperación. Sin embargo, las condiciones competitivas del mercado serán duras.
Así que actuamos con prudencia y evitamos riesgos innecesarios.
¡Beneficios para todos!
